7 de julio de 2012

Somos Zapping: Échale guindas al pavo (4/06/2012)



Morena clara. Fue pensar en la Guardia Civil y en Griñán y no poder evitar imaginarme al Presidente cantando eso de “échale guindas al pavo”. La verdad es que lo de la Junta con el 'fondo de reptiles' es como lo de los jamones de Morena clara. Su increíble versión de los hechos la podría haber defendido Lola Flores frente al fiscal panocho que hacía Fernando Fernán Gómez casi con el mismo desparpajo que Susana Díaz o Mario Jiménez. En fin, “entró un civil con bigote / ozú, qué miedo, chavó”, preguntando dónde estaban ese pavo y esa pava, y el PSOE le cantó la bulería del disimulo con todo el arte del que es capaz. Nada menos que de “abrir una causa general contra Griñán” acusa la ínclita Susana Díaz a la Guardia Civil. Los implicados en la aviesa conspiración van aumentando: primero la “derecha mediática”, luego la jueza Alaya, castigadora al servicio del PP; y ahora, la Benemérita. Les persigue todo el Imperio Galáctico y la Justicia es Darth Vader. La verdad es que hubo que esperar bastante en las noticias de Canal Sur para oír a los socialistas hablar del asunto: primero, el día castrense del Rey con muletas de banderas, y luego noticias sobre líneas de autobuses en el Cabo de Gata, protestas de ciclistas por los parques sevillanos y hasta un taller de estampación al aire libre. Pero por fin habló Susana Díaz, con bastante mala cara: “Me sorprende enormemente que la Guardia Civil haga ese tipo de valoraciones, basadas exclusivamente en indicios, sospechas y suposiciones”. Ella es que no ha visto nunca Colombo, ni Ley y orden. Indicios y sospechas, vaya manera de investigar. ¿Cómo van a llegar así a las pruebas? Sin duda, en el PSOE son conscientes de la gravedad del asunto, pero no les queda otra que escenificar estos agravios infantiles. “Parece que se intenta imputar a Griñán a cualquier precio”, decía el locutor de las noticias citando a Mario Jiménez. Más bien parece que la Guardia Civil hace su trabajo y que el rastro grasiento de los jamones, birlados con guasa y descaro, lleva a todo el equipo de gobierno de la Junta. No se puede entender que tantos millones del presupuesto eludan su pertinente fiscalización si eso no ha sido planeado y consentido desde arriba. Parece más lógico que conspiranoico, pero ya se sabe que la Guardia Civil primero te para y luego te encuentra algo. Nada, a disimular. “La fetén”, decía Fernando Fernán Gomez disfrazado de gitanillo del Sacromonte, haciendo el paripé. Que vayan preparando una buena historia para el afane de sus jamones porque creo que librarse enamorando a un fiscal con cantecitos y ojazos va a ser complicado.

Circo. Siempre hay un momento en todas las comisiones de investigación en que alguien saca lo del “circo”: cuando no interesa que comparezca alguien gordo. En este caso, a Mario Jiménez le parece que llamar a Griñán sería como llamar a un tragafuegos. “No vamos a convertir la comisión de investigación en un circo”, decía en las noticias. Pero el circo sería preguntar a los tramoyistas y no a los jefes del asunto. Sin embargo, es lo que tienen planeado. Ya verán ustedes la pantomima de esta comisión a la que le tenía tantas ganas IU. De momento, Valderas ha declarado que “lo que ha trascendido no afecta al actual Gobierno”. Vaya, ¿no afecta que el presidente de la Junta tenga detrás todo el negro charol de la Guardia Civil? Claro que desde que a Valderas lo ponen a inaugurar, su opinión de lo que es circo ha cambiado mucho.


Milagros del camino. Las cosas de esta Andalucía de izquierdas: Misas de romeros en Canal Sur con obispazos como directores de orquesta de las almas, reportajes de Toñi Moreno vestida de jaramago buscando “verdaderas historias de fe” en el Rocío, y la televisión pública rendida a esos largos amaneceres con empalizadas para el vuelo de diosas madres neolíticas. Creo que en realidad no somos ni tan progres ni tan piadosos, sólo rigurosamente atávicos, atavismo que puede combinar la estética de la izquierda con el rezo menesteroso, consecuencias de ser pobrecitos históricos. Por eso Canal Sur no ve contradicción entre su transversal discurso progre y las ranciedumbres folclóricas y regionalcatólicas que le gusta exaltar. Se trata de comulgar con ese populismo atávico, capaz de aunar izquierdismo sanguíneo y supersticiones del desamparo que llevan a un palomar de dioses. En esta febril confusión, desaparecen las aporías y hasta la crisis: en AD nos enseñaban hermandades llenando carros con jamones o nos contaban lo que se han gastado en bueyes sagrados. Mientras, Cuatro nos mostraba grabaciones realizadas por detectives con beneficiarios de bajas médicas cabalgando por el Rocío tranquilamente. Milagros del camino. Diluyen ideologías, sanan espaldas y atocinan la crisis con vinazo, histeria y jamonería.

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