16 de abril de 2012

Somos Zapping: Hacer la lechuga en la ruina (16/04/2012)


Detectives de romerías. Que los alemanes no vengan al Rocío, que no lo pisen los enviados de Merkel con la libretita de poner ceros. Ésa debe de ser la prioridad de los gobiernos central y andaluz. Antes, incluso, pasearlos por las dependencias luisinas de la Junta, como comentaba en Twitter Berta González de la Vega, pero el polvo del camino que no lo huelan. Andalucía directo ya va tocando el pito rociero, pero esta vez se enfocaron en otro de los folclorismos que trae esta especie de rave agropecuario: nuestra alegre pillería regocijona. Se acerca el Rocío y las empresas contratan a detectives para descubrir bajas laborales fraudulentas, nos contaban. Hay hasta detectives especialistas en romerías, con cámaras ocultas en los zahones supongo. Sólo aquí podía nacer todo un oficio de perseguir a los escaqueados. Pero en fin, así es cómo salimos nosotros de la crisis, abandonándonos a la juerga y ahogando las penas en el vino caliente de la arena y la carne rozona. Que no vengan los alemanes, a ver quién les convence de que la reforma laboral va a ser efectiva, de que la austeridad es un compromiso serio. Que no vengan al Rocío ni a las ferias, que volvería a subir la prima de riesgo, que caería la bolsa, que el New York Times nos retrataría haciendo la lechuga con botos camperos mientras el país roza la ruina... Y dirían los muy malages y antiandaluces que nos merecemos lo que nos pasa...


Lo que nos queda. Una de las pocas certezas que nos han dejado las últimas elecciones es que continuará el reinado de los griñaninis. Demostrado que el nivelito de Mario Jiménez o Susana Díaz es muy apreciado por el andaluz, esta especial receta de ignorancia, demagogia y picaresca infrapolítica se ha revalorizado. Vi a Susana Díaz en la entrevista de Buenos días Andalucía y ahora tiene algo de fallera mayor que no tenía antes. Ha pasado ya como la reválida de su chorradismo. Dijo que era la época del “consenso” y que “por encima de los intereses de los partidos están los intereses de los españoles y de nuestro país”. Qué manera más cínica de referirse a la confrontación, a lo de los ataques a Andalucía, a la deslealtad institucional y toda esa matraca que manejan ahora contra el Gobierno. Será por defender los intereses nacionales que ellos han votado en contra de la Ley de estabilidad presupuestaria, o que están dispuestos a terminar de arruinar a Andalucía para seguir manteniendo su propaganda y dar de comer a los suyos más los de IU que se unan ahora. Por eso siguen con trampas en las cuentas y sin limpiar el establo, por el interés general. “No se puede cuestionar un consenso constitucional que es el desarrollo de la autonomía, que al fin y al cabo es el desarrollo del Estado del bienestar” (?). El bienestar para ellos, debe de ser, porque ese “desarrollo” que empezó como lucha sentimental no ha servido para sacarnos del pozo, sólo para crear una nueva casta de burócratas, reyezuelos, arrimados y rebañaplatos de lo público. Según ella, culpar a las autonomías de la crisis es “injusto”. Son las autonomías las que “se encargan de la sanidad, la educación y los servicios sociales”, y “si se habla de despilfarro es que se considera que los recursos que se destinan ahí [lo son]”. Ya ven, no hay despilfarro. Todo está en las escuelas y los hospitales. No hay nada para lujos ni palacios, no hay Canal Sur, no hay duplicidades, no hay organismos excrecentes, no hay EREs ni subvenciones por la cara para los amigotes, no hay negocios con comisionistas, no hay mordidas, no hay corte de vividores. Pero lo mejor fue cuando le preguntaron por el pacto con IU y ella dijo que “Andalucía no puede esperar”. Pero llevamos esperando más de 30 años. Y lo que nos queda...

Orígenes. La historia de Andalucía debe de dar para poco, porque en La respuesta está en la historia ya nos han contado el origen del paraguas, la bicicleta, el fútbol, la corbata y hasta el bigote. Claro que esta semana han vuelto a una de nuestras esencias y se pusieron a explicarnos el porqué de las ferias. Sin embargo, la mayoría de la veces, lo importante no es el origen de las cosas, sino por qué siguen perviviendo. Si siguen es porque cumplen una función, en este caso satisfacer unas ganas de juerga que en la primavera andaluza se come y anula todo lo demás. ¿Un tópico? Sí, los que alimentamos y de los que nos enorgullecemos. Creo que los alemanes se sentirían igual de intranquilos tras explicarles que todo viene de la venta de ganado, de una talla encontrada bajo un tronco o de la expresión del barroquismo de la tierra. Cualquier excusa nos vale para un sarao. La respuesta está en la historia, y las consecuencias, en cómo estamos ahora. Y lo peor es que en política ocurre lo mismo.

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