25 de marzo de 2012

Zapping Electoral: Reflexiones sobre el Diablo (25/03/2012)


Espantos y vudús. Ayer estuve todo el día reflexionando mientras recordaba los últimos mítines, que en la televisión parecían ovnis apagándose, y los últimos sustos, consignas y empellones. El PSOE puso en el escenario final algo así como un museo de viejas locomotoras y Rubalcaba, González y Griñán, ahogados en el esfuerzo ferroviario de mantenerse en movimiento, apenas lograban sacar por la boca una vaharada de miedos y agravios, espantos y vudús, como exorcistas febriles. El Apocalipsis que va a traer la derecha, eso ha sido su campaña. Infantil y sucilla, pero sobre todo terrorífica. La derecha que va a poner en peligro la “democracia” o la “libertad y la felicidad” de las mujeres, que va a desmantelar los colegios, que va a entregar los hospitales para que vendan gatos chinos, que va a despeñar a los viejitos en sus sillas de ruedas, que va a obligar a los pobres a ir en alpargatas, que nos va dejar sin derechos y en pelota. Sí, es un PP tan malvado que se diría que su intención es que no lo voten nunca más. Creo que el PSOE ve a los andaluces un poco como campesinos de Transilvania aún acojonados por Drácula. Mirando la realidad, los números, los parados, la corrupción, y sobre todo estos 30 años en los que Andalucía no ha abandonado su agujero, la verdad es que tenían pocas alternativas. Es difícil hacerlo peor que este PSOE, salvo, claro, si nos dicen que aún puede venir el mismo Diablo a segar Andalucía. Viene el Diablo y aquí tenemos una industria aeronáutica primorosa. Pónganse un ristra de ajo al cuello y una venda en los ojos y vótennos otra vez. Eso ha sido su campaña. La única, quizá, que era posible.

Tabla de multiplicar. El PP me ha saboteado esta columna. Desde el primer día, en que Arenas salió a dar su discurso solo, hablando bajito y con fondo como de pizarra, igual que un profesor de latín, supe que me iba a resultar difícil pillarle humoradas o tonterías, que lo máximo que podría decir es que aburría un poco como recitar las tablas de multiplicar. Y eso es lo que ha hecho Arenas, recitar sus tablas de multiplicar o la conjugación de su programa, sin lugar para gracietas ni resbalones rancios. Ni siquiera algo como lo de “las personas normales” que dijo en 2008. Sólo la polémica de su no-debate, alguna cosa quizá demasiado facilona como lo de eliminar coches y móviles oficiales, y alguna foto ridícula de panadero de Barrio Sésamo. Poco más. Hasta los tuits del PP y su gente parecían sacados de un prospecto. Entre contable y franciscano, creo que Arenas ha querido desmarcarse de la guerra total planteada desde el otro lado. A mí me ha fastidiado este zapping, pero creo que ha sido una buena estrategia.


Izquierda de manual. IU tiene una ideología rocosa e inamovible y ha hecho en esta campaña de izquierda de manual. Son antiguos pero coherentes. Aún hablan del “voto de clase”, como dijo el otro día Valderas; del Capital con sus mayúsculas de oro sucio y de los bancos y los explotadores con trituradora de currantes. Aún imaginan una derecha tan del XIX como ellos y al PSOE le han dado caña con una mano mientras con la otra esperaban el anillo de boda. Sobra decir que votar a PSOE o IU en esta tesitura es lo mismo, porque en caso de pacto ni IU hará koljoses ni el PSOE colgará la ropa cortijera. IU ha hecho su papel y sólo queda saber si les caerán migajas o mirarán otros cuatro años más desde el purgatorio de su novecentismo con bieldo.


¿Decisivos? ¿Y los pequeños, los que sueñan con entrar en el Parlamento a hacer de llave o a llevar una lanza, como dicen en teatro? El PA ha vuelto al sentimentalismo y al rock andaluz (terminaron su campaña con Triana), mientras UPyD sigue resultando raro aquí, precisamente porque carece de discurso sentimental. Son muy diferentes pero juegan a lo mismo, a ser marginales pero decisivos. ¿Lo serán o se diluirán?


Cosas que pasan. Antes del cierre de campaña, a las 23:56, vimos en Canal Sur un anuncio de la Junta: “La educación, comienzo de todo”. Cosas que pasan. Twitter pareció pararse ayer pero la noche del viernes hirvió. Se comentó que en el mitin final del PSOE falló el sonido y la gente cantó el himno de Andalucía. “Ellos no podrían cantarlo porque no se lo saben”, tuitearon que dijo Rubalcaba. Andalucía es suya. También brillaron otras perlas del PSOE como que “nosotros metemos la pata y ellos la mano”. O estas maravillas: “Lo que se dirime el domingo es si las personas que buscan empleo estarán solas o acompañadas”, o “la derecha no habría construido universidades, escuelas, institutos”. Y nada mejor para rematar que algo de Susana Díaz: “¡Andaluces, levantaos, levantaos por el futuro!”. Eso quisiéramos, levantarnos. Pero no nos dejan.

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