13 de marzo de 2012

Zapping Electoral: La princesa y el herrero (12/03/2010)


La boda. Es un romance anticipado y algo así como la primera cita: IU y el PSOE tras las pancartas en un día como el de ayer, con número y gentío de cataclismo. Suena a esas películas de amor durante una guerra, con las bombas sincronizadas con los besos. Sí, porque al PSOE y a IU sólo les queda en Andalucía su amor extraño, histórico y como morganático, celestineado por el ogro de la derechona más que por otra cosa. Es un amor de conveniencia que los dos asumen como única salida a la soledad o a la indigencia. No importa que IU apele a la rebeldía o señale la corrupción del PSOE casi tanto como el PP. Hay un día fijado para una boda y si las cuentas les salen bien, se emparejarán en una izquierda algo paticoja. El PSOE es una izquierda cosmética e IU es una izquierda de hierro, pero la princesa y el herrero no tendrán problemas en encamarse si el PP no consigue la mayoría absoluta. El PSOE tiene un discurso conservador y un poco marquesón, mientras IU sigue creyendo que se puede vivir sin dinero, sin mercados y sin empresarios en una especie de huerto con ovejas. En realidad, no sé lo que quiere IU. Lo primero que le oí en la campaña fue una referencia a la felicidad: “Vamos a derrotar a la infelicidad, porque el primer objetivo que tiene que tener una fuerza política, un colectivo de izquierda, es la felicidad”, dijo Valderas. Sí, son las cosas que pasan en su huerto o en las revistas de los testigos de Jehová. Yo no sé si ésta es la izquierda del puño de hierro o la que vive en un episodio de Heidi. Demasiado idealismo para el poderoso y marrullero pragmatismo del PSOE andaluz, pero se entenderán si hace falta y tienen la oportunidad. Ya hemos visto esa película: IU se vendería por algunas consejerías y por algunos gestos filosoviéticos, el PSOE seguirá teniendo el poder de verdad y nada cambiará en Andalucía. Pero aún es pronto. Ahora juegan, como los novios, a los desprecios y a los guiños. Las pancartas, eso sí, les quedaban bien como sábana nupcial.


El debate del miedo. ¿Qué le van a hacer los de Canal Sur a Arenas en el debate? ¿Lo van a maquillar de bruja, le van a colocar chinchetas en la silla, le van a poner la voz de su Papá Pitufo cuando hable, le van a hacer sudar con una estufa, lo van a drogar con el botellín de agua? Ya pasó lo mismo en 2008 y yo sigo sin entender el miedo de Arenas a debatir en Canal Sur, un miedo como de vampiro a un crucifijo. No son propias de un líder político estas inseguridades. Una cosa es que Canal Sur tenga una clara dirección ideológica y otra que en ese escenario donde todo está medido y pactado (¡van a cronometrar árbitros de baloncesto!) le preparen a Arenas un campo de minas. Por cierto, tampoco creo que Canal Sur esté perjudicando intencionadamente al PP con esos errores de edición o continuidad de los que tanto se están quejando. ¿Sacar a Rajoy de espaldas en una noticia sobre pederastia sirve de algo? No se puede ser tan pusilánime. Me cuentan que los trabajadores de Canal Sur están muy molestos con esta actitud del PP que ve en cada cámara un francotirador, y creo que les doy la razón en algo: sería un buen gesto del PP mostrar algo de confianza, saber separar a los técnicos y currantes de la dirección, que sí sabemos cómo es y a quién sirve. De todas formas, si Arenas todavía no ha asumido que juega en campo del adversario y con árbitro casero, no sé qué hace peleando por ganar estas elecciones. Si le asusta que le enfoquen el perfil malo o le pillen tocándose la nariz, quizá debería quedarse en casa toda la campaña. Yo le pediría a Arenas un poco de valentía. Que no sea tan cagoncete, hombre.


Como antes. Vinieron los líderes nacionales a apoyar a sus candidatos andaluces y me di cuenta de que Rajoy y Rubalcaba siguen igual que antes de las elecciones generales. A Rajoy no se le notaba que era presidente (se le ha quedado el discurso de hacer oposición) y Rubalcaba no parecía haberse enterado de que las urnas le vapulearon. En Andalucía se diría que los papeles se cambian. Por cierto, espeluznante ver a Rubalcaba y a Pizarro juntos. Es como si el PSOE hablara con una dentadura postiza cayéndosele.


Deporte. Quizá porque nos trata como a ellos, ayer Griñán estuvo con ancianos y con niños. Son dos recursos facilones y algo babosos, pero así es el negocio. En una carrera popular, le vimos enseñando a los chiquillos cómo hacer el calentamiento agitando los brazos en plan baile del gorila. Parecía que, en realidad, entrenaba a los andaluces para el hambre, el paro y el batacazo, o que nos animaba a correr hacia él para disfrutar del agotamiento político y económico en su regazo. Pero el deporte que ha practicado el PSOE aquí es otro, y tiene menos que ver con mover las piernas que con poner la mano.

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