12 de diciembre de 2011

Somos Zapping: Rubalcaba con cacerola (17/10/2011)

Aliados con los indignados. “La Spanish Revolution prende en todo el planeta”, decía el informativo de Canal Sur, y en verdad era como si el Rastro de Madrid hubiera escapado al mundo saliendo por Sol, al contrario de como se pasea. O, para que no se enfaden los catalanes, como si los cajones con baratijas de la Plaza Real de Barcelona se hubieran ido a Nueva York recogiendo antes a los paseantes del Barrio Gótico y a las estatuas humanas de la Rambla. En cualquier caso, lo veían todo muy español, como una peregrinación de toreros. Este movimiento o cabreo que se va haciendo universal sigue siendo un barullo caótico, bienintencionado y carnavalero que a uno aún le merece simpatía, aunque cada vez me encuentro más chorradas, simplonerías e infantilismos. Van cargados de razones pero flojos de razonamientos. Claro que a lo mejor su misión no es aportar soluciones, sino sólo llevar ruido adonde duermen la siesta el dinero, la política y la sociedad, por si alguien se despierta, recoge su espíritu y le aporta una verdadera teoría con medidas que vayan más allá de arrastrar con una soga a políticos y banqueros. Un cuarto de hora se llevó Canal Sur recorriendo las ciudades tomadas, mientras yo esperaba lo que me parecía evidente, o sea el aprovechamiento del asunto para sus jefes políticos de aquí. Cosa que llegó, por supuesto. Enseguida mencionaron como victoria del 15-M el “Escaño 111” del Parlamento andaluz, esa tontería que no sirve para nada pero que les parece como colocarle un pito y una pancarta a Griñán. Y cuando se terminó el tour por el indignado mundo, nos colaron muy oportunamente esto: “El Comité Federal del PSOE ha aprobado hoy su programa electoral, que incluye medidas novedosas que recogen reclamaciones de distintos grupos sociales como los del 15-M”. Así, era como si todo lo anterior trabajara para Rubalcaba. En realidad, Rubalcaba, su partido, su política, sus modos, su historia, forman parte también de ese sistema contra el que lucha deslavazadamente toda esta gente con pelo de ratón, y los han paseado en horcas tanto como a los banqueros con chistera. Canal Sur, sin embargo, los hacía aliados. Seguramente no tienen mucho más a lo que agarrarse para ganarse al pueblo que estos alambres y rastas de perroflauta. El partido que no vio la crisis y que luego torpeó para agravarla, ahora quiere ir de indignado con cacerola. Indignados con ellos mismos, deberían estar. Me imagino a Rubalcaba o a Griñán en las manifestaciones, llevando en las pancartas sus propias caricaturas con patíbulo y ojos de dólar.


Tortura en directo. Me planteo el valor periodístico y moral de la escena: un bombero en llamas, o un soldado que acaba de ser reventado por una mina, o una hija siendo acuchillada o violada, mientras una cámara filma a su familia contemplando ese horror inesperado. Podemos imaginar muchas situaciones similares. Yo me pregunto qué aporta, cuál es el mensaje periodísticamente transmisible y relevante. ¿Es que acaso se espera de la familia algo diferente al sufrimiento, al grito, a la desesperación, a las lágrimas? No. No hay nada novedoso ni noticiable, ni sirve para explicar nada. Sólo queda el morbo de contemplar una tortura en directo. Y fue ese morbo, y no otra cosa, el gancho que utilizaron Canal Sur y Toñi Moreno toda la semana con el especial sobre el torero Juan José Padilla. Lo repetían en las promos, lo recordaban sin cesar en Tiene arreglo, nos lo rotulaban sobre unas imágenes sonrientes del torero: “75 minutos ha sido testigo de cómo los padres de Padilla vivieron el momento de la grave cornada en Zaragoza. Lo veremos en unos minutos”. “Lo veremos en unos minutos”... Sí, ése era el gancho, contemplar un horrible sufrimiento real y en directo, pero que por evidente y universal perdía la carga de interés periodístico. Si al menos hubieran evitado ese gancho... Pero se trataba de hacer caja con el morbo, como en tantas ocasiones, y de que ellos aparecieran de nuevo dando abracitos, cosa que le encanta a Toñi Moreno. Una y otra vez, sacaban a la madre llorando desconsolada, al padre fumándose los dedos, al hermano dando patadas al suelo... Me planteo el valor periodístico y moral de esa escena y, la verdad, por muchas vueltas que le doy, sólo veo ruindad, vampirismo y monedas.


Enfermedades de ensalada. “Cáncer de mama, aceite de oliva, deporte y nutrición en el campo y cosas de Andalucía, este sábado en Salud al día”. Alguien debería decirle a Roberto Sánchez Benítez que estas introducciones mezclando enfermedades con aliños no quedan nada bonitas, sobe todo si lo hace sonriendo y con rima final. El cáncer parecía otro ingrediente para una ensalada.

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