20 de septiembre de 2010

Somos Zapping: Yo soy Beethoven (30/08/2010)

Vuelta sostenible. Ay, a quién se le ocurre hacer alardes eléctricos en el agosto sevillano, donde toda la energía va al fresquito en el sofá... Pero a mí me parece que el apagón durante la presentación de la Vuelta se debió a otra cosa, y me explico. Me entero en los informativos de Canal Sur, por boca del mismo director de la ronda española, Javier Guillén, de que han conseguido “hilar tres patas (?) fundamentales: sostenibilidad, seguridad y espectáculo”. Conociendo cómo le gusta al ayuntamiento sevillano el pavoneo sostenible, seguro que Monteseirín se ofreció a proporcionar toda la energía necesaria para el evento pedaleando él mismo en una bicicleta con dinamo. Aquello era un espectáculo, como quería la organización, pero claro, no pudo aguantar mucho. En fin, bromas aparte, ellos han aprendido a tener cuidado al enchufar cosas en Sevilla y los demás hemos aprendido que en esta era de bobería progre una vuelta ciclista se puede hacer sostenible. Debía de ser que hasta este momento las bicicletas eran atómicas. No sé si los coches de los equipos irán ahora tirados por caballos y los guardias civiles en cestitas de las mismas bicicletas, como hermanitas pequeñas... Uno creía que la sostenibilidad de las bicicletas se debía más bien a la conservación del momento angular, pero ya ven. ¿Qué será eso de una Vuelta sostenible? Nos lo tendrían que explicar en Tecnópolis, donde ya lo hicieron con los bañistas o los tomates. En Tecnópolis, siempre que hablan de sostenibilidad sale una bici, un burro, un botijo, una siesta o una talega. A ver si con estas pistas logramos alguna vez entender el concepto...


Ombligos musicales. No me canso de admirar las madrugadas musicales de Canal Sur. Pocas veces puede uno encontrarse, como allí, a una violinista jovencita con gorrita, top y shorts, con el ombliguito al aire. Es que era una pieza para violín y piano, sin palmeros, sin quejidos folclóricos y sin caballos bailarines, así que supongo que pensaron que algo habría que hacer para animar al telespectador andaluz. Otro día le tocará salir vestida de jugadora de voleibol, de animadora o de majorette. Aquí no puede ponerse música seria sin más, que el andaluz se asusta o se aburre. Afortunadamente, el infrapianista Manolo Carrasco, que, cómo no, apareció luego, no exhibió el ombligo, aunque sí ombliguismo, o más bien una impresionante cara dura. “Manolo Carrasco: Sueños de España”, de esta manera rotularon la pieza que iba a tocar, así que me preparé para otra de sus horrorosas composiciones de escalitas y mordentes. Pero lo que sonó fue un recosido de Sevilla y de Asturias, de la Suite Española de Albéniz. Anda, qué chulo, apropiándose de la música de Albéniz... Y ni siquiera le puso batería, en plan Luis Cobos. Así también compongo yo. Este pianista con serón podría haber tocado la sonata Patética de Beethoven y rotular “Manolo Carrasco: Autorretrato”. Hay que tener morro. Sin duda asumió que, total, quién iba a reconocer a Albéniz entre la audiencia de Canal Sur, así que por qué no hacer suyas esas famosas piezas... ¿No cree la gente que la Novena de Beethoven es de Miguel Ríos? Claro que seguramente pronto creerán que es de Manolo Carrasco, de eso ya se encargará Canal Sur. Por si acaso, me adelanto y digo aquí que la compuse yo. Y me quedo tan ancho como él.


Overused. Nos animaba Tecnópolis a visitar Itálica (para “despertar nuestro espíritu imperial”, nada menos) y nos indicaba la página web que podíamos consultar para “propuestas de recorridos, historia, anécdotas y otras actividades”. ¿Saben cuál era la página? Pues ésta: www.juntadeandalucia.es. Eso se llama ser concretos. Busquen ustedes lo de Itálica allí, entre la morterada de consejerías, organismos y noticias autobombásticas, a ver si son capaces de encontrarlo. Pero claro, la intención era otra, decirnos que aquí todos los caminos conducen a la Junta o, entendido con más perspicacia, que Canal Sur siempre encuentra una excusa para llevarnos a los dominios de sus dueños y a su entorno de propaganda, en el que esta vez la palabra “web” (telaraña) define como nunca sus pretensiones. En cualquier caso, una publicidad forzada, babosa y ridícula. A propósito, como simpática curiosidad, si en vez de la dirección oficial tecleamos www.juntadeandalucia.com, veremos que el navegador nos muestra este mensaje sabio y profético: “This account has been suspended. Either the domain has been overused, or the reseller ran out of resources”. O sea, que la cuenta ha sido suspendida porque ese dominio se ha usado en exceso o se han quedado sin recursos. Creo que nunca había encontrado tan perfecta descripción, casi un bello epitafio, para la Junta de Andalucía.

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