31 de julio de 2010

Somos Zapping: Discursos con tutú (5/07/2010)

Consejo Consultivo. Tienen de sede un palacio, tienen de armario el de un Rey Mago, y, además, creo que tienen la misión de completar las frases de Griñán o de que Griñán complete las suyas, que en la noticias de Canal Sur no terminaba de quedar claro. Me refiero al Consejo Consultivo de Andalucía, unos señores como vestidos de carruaje, especie de baraja de lores enjaezados, tapizados de collares, contrachapados de dignidad, que forman como un cuerpo de hadas madrinas para las ensoñaciones y los bailes institucionales, aunque la reportera los describía como “una pieza clave en el desarrollo legislativo andaluz”. Con la excusa de inaugurar su nueva sede, nada menos que el palacio-castillo de Bibataubín, en Granada, se turnaban con Griñán en los piropos a las nuevas leyes locales con unos discursos indistinguibles salvo en un detalle: el de este Consejo parecía leído con un tutú puesto. No sé si a la Administración le sirve de algo consultar a estas ínclitas y magnificentes cacatúas sobreemplumadas, aunque lo que podemos asegurar es que, desde luego, ni lo que les preguntan ni lo que ellos contestan hacen nada contra la ineficacia, el gigantismo, el despilfarro y el mamoneo que definen a lo público en Andalucía. Mientras Canal Sur nos paseaba por el palacio, que parecía hueco como los rizos y ropajes de esta gente, pensé que era una institución que se bastaba con hacer eco, el eco de los manejos del poder devuelto por coros ridículamente oxonienses y grandes espacios cortesanos. Castillos y bisutería, toda una exposición de condeduques y salones luisinos para que lo que diga y haga Griñán rebote en un caro plateresco. Otra muestra más de la rebaba de lujos, redundancias e inutilidades de la Autonomía. Para palacios, escuderos de gala y doctores de sus enaguas y anillazos está la cosa aquí, vamos. Voy a ver si puedo yo consultarle a este Consejo cómo se anuda una pajarita bien hecha y cómo se vive de eso, de pulir espejos y de decir que sí con el peso de tanta chatarra colgando del cuello.


Innovación de la semana. Habrá que deponer definitivamente a Tecnópolis como vocero de las modernizaciones churreras de esta tierra, porque la innovación de esta semana nos la trae, de nuevo, Andalucía directo. Roberto Sánchez Benítez ha conseguido por fin parecer un astronauta, y su programa, tener a la vez la intrepidez futurista del puente de mando del Enterprise y el tranquilo y preciso monacato tecnológico de esas salas blancas en las que se fabrican los microchips como hostias consagradas. Al menos, claro, comparado con Modesto Barragán, que lleva la modernidad con más calle, más vecinos y como con más pana. Él convierte en realidad lo que para Tecnópolis sólo podíamos decir en broma, eso de contarnos la modernidad de un botijo. En este caso, no fue un botijo lo de AD, sino, casi mejor, una cartera de piel. Eso sí, no una cartera normal, sino una gigante, la más grande del mundo, que han fabricado en Ubrique creyendo quizá que los hitos se consiguen por amontonamiento. Una cartera gigante, en la que cabía la reportera, ése era el acontecimiento que había reunido a todo el pueblo ante una tarima y que hacía a Modesto Barragán decir esto: “Qué barbaridad, qué impresionante, cómo toda la gente de Ubrique se ha concentrado para asistir a este momento también importante para la historia de la localidad...”. Magno evento, desde luego, que merecía añadir un poco de suspiro de pregón y de chacina lugareña para, por fin, declararlo oficialmente suceso innovador. Así lo hizo Barragán, dirigiéndose en directo desde el estudio a la gente: “Ubrique, pueblo blanco, serrano y turístico, cuna del artículo de piel, gente honrada y trabajadora de toda la vida, demostrando innovación como siempre”. La innovación de una cartera gigante, increíble. Roberto Sánchez Benítez vuela ya por la estratosfera, soplado por Barragán.


HD o VHS. El infinito documental sobre paramotor en Canal Sur HD cansaba, pero al menos seguía siendo alta definición. Con justito ancho de banda, eso sí, pero el público podía hacerse una idea de cómo será la cosa si alguna vez lo ponen marcha. Ahora me encuentro con otro sobre noches de quejidos flamencos en Córdoba, pero creo que con las prisas se han equivocado y se han ido a las estanterías donde guardaban los vídeos VHS o los juegos del Spectrum. Sí, porque se ve más o menos igual de mal. Queda feo que, presumiendo de HD, nos pongan esas imágenes turbias, mal definidas, en las que hasta podemos apreciar las gruesas escaleritas de píxeles que forman las líneas. Al final, todo esto resultará un timo y dará igual ver Canal Sur HD que aquellas cintas pegajosas del videoclub.

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