11 de marzo de 2010

Los días persiguiéndose: PSOE en 3D (11/03/2010)

Aunque se trate de ver la misma película en una pecera, tampoco yo he podido resistirme a las 3D. Quitándome de encima las pelusas que soltaba Avatar, que no tiene mucho más que esa sorpresa de que se te derrame encima, recordaba yo que ya había probado aquello en la Expo del 92, en el pabellón de Fujitsu, con la imagen más temblona pero básicamente idéntico principio. Ahora, en Sevilla, el Congreso Internacional de TDT también prueba las tres dimensiones, a pesar de que aquí todavía la gente anda llamando al sobrino para que le enchufe la otra, tan nueva y ya tan vieja. La tecnología va por delante de los contenidos, dicen, un poco como la propaganda política va siempre por delante de la realidad, sacando volúmenes y olas de la triste planitud en que vivimos.

Yo creo que lo que le va a faltar al congreso extraordinario del PSOE andaluz van a ser las gafas 3D. Un PSOE en tres dimensiones, con Griñán saliéndose de la pantalla, cubicándose en las rodillas de los andaluces, haría por fin tocable la falsa revolución de este partido flotante en su vacío. Igual que en el cine, además, uno terminaría concentrándose en la sensación de que te caes en la película, de que te salpica en los pies o te sopla en la oreja, sin que importen el guión, la historia, la sustancia, y no hay nada mejor que eso para una política que quiere impresionar con vértigos y explosiones sin tener más que ofrecer. Mareado en las profundidades artificiales, todavía no demasiado conseguidas (aún parece que todo está pintado en tres o cuatro cartones superpuestos), no prestaríamos atención a que la película no cuenta nada, a que los tentáculos inflados siguen siendo mentira, a que las gafas hacen que la imagen pierda contraste, nitidez y foco, y, sobre todo, a que tampoco ha cambiado tanto la cosa desde aquello que vimos en los tiempos de la Expo.

El PSOE andaluz en 3D, eso sí que sería una buena estrategia. Justo lo que necesitan para inventarse planetas, enseñarnos orquídeas extraterrestres que nos besan, volar sobre dragones y enamorarnos de un centauro azul o de un árbol de luciérnagas, todo tan espectacular como borroso. Creo que, si no se lo han planteado, es porque hay en este PSOE gente a la que no le caben las gafas, o que quedarían igual de planos, o a los que sería difícil sacarlos incluso del blanco y negro. A Luis Pizarro, por ejemplo, que ya es antiguo en las dos dimensiones de los periódicos y de Canal Sur, hombre de un solo ojo, mirada fija, profundidad cero, tecnología de la manivela, celofán sobre la tele de nuestros padres (de chiquillo uno hacía eso para imaginársela en color), sería imposible montarlo en una nave tridimensional y que resultara creíble. A lo mejor van a defenestrarlo del nuevo PSOE por esto, porque no hay quien lo venda como personaje que se sale de su bulto. Hasta en los mundos abombados sintéticamente quedaría como un cartelón allí apoyado. También está la duda de Velasco, proyección reducida de la figura de Pizarro, al que no sabemos si podrían remodelar en 3D o está condenado a vivir en los dos ejes de su heredada chusquería y su sectario aparatismo. Velasco puede ser la medida de la hondura de este congreso. Si al final entra en la nueva dimensión de este PSOE, sabremos que el intento se ha quedado en aquellas gafas azules y rojas para ver los cromos de los cropanes, tan lejos de una revolución tecnológica como el PSOE andaluz de un verdadero cambio. Yo no me creí Avatar ni aunque me mordiera. Tampoco me creo este PSOE, con o sin moda de novedad, con o sin gafas 3D.

1 comentario:

javierlunaro dijo...

"Hay en este PSOE gente a la que no le caben las gafas". Mmmm... Si no te caben las gafas es porque tienes el cabolo excesivamente desarrollado. ¡Que te veo, Timoteo!