30 de noviembre de 2009

Somos Zapping: Te kie i ya (15/11/2009)

Tesoro lexicográfico. Alrededor del lenguaje se puede hacer cultura y ciencia pero también borriquería. Suele ocurrir esto último cuando los idiomas, dialectos o silbidos tribales se ponen al servicio de la mitología identitaria y de la complacencia chovinista para encumbrar algo así como un academicismo de la catetada. Es lo que hace el programa Abrapalabra, cuya intención parece loable en principio (dar a conocer palabras y expresiones del habla o hablas de Andalucía) pero que luego deviene la mayoría de las veces en gañanada. Bastó ver al reportero con una orgullosa camiseta que ponía “te kie i ya” (traducción para guiris: “te quieres ir ya”), para darme cuenta de que aquello no pretendía precisamente fundar una cátedra, sino poner los berridos de esta tierra a una altura enciclopédica. Una cosa es enumerar todos los nombres que puede tener aquí un botijo y otra muy diferente contar entre nuestra riqueza lingüística los gritos para espantar a las vacas, que es en lo que parece entretenerse más el programita. Valga como ejemplo la lección de Natalia, la ex triunfito que parece que habla mientras da volteretas, explicando la evolución de la palabra “chiquillo” hasta el “ouh” que se dedican de lejos los paisanos de Sanlúcar, digno de que la Real Academia lo tenga en cuenta. Puede que el próximo día, la misma Paz Padilla diserte sobre la belleza etimológica y la profunda carga cultural que esconde la voz “orutito”. Hacer orgullo e idioma de los solecismos, vulgarismos y guantazos al lenguaje que da Andalucía no es sino otra manera que tienen Canal Sur y los poderes que hay detrás de transformar en patria, idiosincrasia, gracia y honra lo que sólo es ignorancia e incultura. O sea, lo de siempre. Los tropos y argucias de Canal Sur y la Junta sí que forman todo un tesoro lexicográfico.


Hagiografía. Fue como un reportaje del Hola y Canal Sur consiguió que Monseñor Amigo pareciera a ratos Isabel Preysler. Primero, paseos por estancias espejadas, salones musicales, escalinatas como pinacotecas y armarios como con retablo, y luego, entrevista al cardenal como si fuera una infanta. Por algo le encargaron la cosa a Inmaculada Casal. Yo creo que nadie se merece una entrevista en ese tono tan regio y servil, por muy notable y digno que sea. A mí se me ocurren muchas preguntas para un franciscano que ha llegado a papable, empezando quizá por aquello de la bolsa de Jesús, pero desde luego ninguna de ellas sería qué desayuna Su Eminencia. Pero si se empieza elogiándolo como “culto, elegante, moderno y liberal” y le sigue una hagiografía conducida por los dientes aperlados de Inmaculada Casal, que lo llamó hasta “guapo”, tampoco se puede esperar mucho. “Una cara que irradia bondad”, decía su pintor de cámara. Demasiadas aureolas. Habrá que recordarles este programa cuando se nos pongan laicos los de siempre.


Realidad y promesa. Por cada anuncio de cereales o hipermercados, conté otro en el que el logotipo de la Junta brillaba como el tiovivo que parece. Así durante un buen rato, en Canal Sur. Plan Bahía Competitiva, Fundación Andalucía Olímpica, gripes subvencionadas o consejos escolares salvadores. Recordé la noticia en TVE de un colegio de Almería arrasado por desconchones y grietas y pensé que con la realidad andaluza y su propaganda política pasa lo mismo que con el desodorante que me compro y los ligues directamente en bikini que me promete su anuncio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pos seso. Te kie i ya, hombre. Vete a caga. Engh. No es por nada en particular, sino por todo en general.