1 de octubre de 2009

Los días persiguiéndose: Dan Brown y los masones (1/10/2009)

Ay, la que nos queda a los masones con lo último de Dan Brown... Habrá que tomárselo con paciencia y humor, a ver. De aquello de El código Da Vinci sólo recuerdo un balazo estilístico nada más abrirlo, cuando con el primer tiro de la novela él escribió “sintió el calor abrasador”. Después de leer semejante vulgaridad, tuve que tirar el libro a la piscina que no tengo, como Umbral. A mí hay libros que me duran un párrafo, apenas se encuentra uno con estas descripciones al estilo de Don Marcial Lafuente o con el adjetivo “destartalado” aplicado a un coche o a un café. Así pues, esperé a la película, que robaba menos tiempo a mi vida, para evaluar esos misterios que Brown encuentra en el culo de las estatuas y en los palomares de las iglesias. Tardé poco en sufrir el primer ataque de risa, cuando Tom Hanks mira un cadáver con un estrella de cinco puntas dibujada en el pecho y el supuesto especialista en simbolismo señala que aquello se refiere ¡a Venus, a lo femenino, a la mujer! Cualquiera hubiera empezado por los pitagóricos (era su signo de reconocimiento), o por el número áureo (la estrella de cinco puntas contiene muchas relaciones entre sus segmentos que remiten a este número irracional lleno de simbolismo). Pero Dan Brown hace tortillería con todos los garabatos y penumbras y así llena los papeles de dedos mefistofélicos, conjuras merovingias, alucinaciones piramidales y otros campanazos en la cabeza, para goce de crédulos y paranoicos.

La que nos queda a los masones con esto de Dan Brown... Es verdad que la masonería aquí no termina de explicarse, y eso seguramente es culpa nuestra. Pero es que, además de la complejidad de esta tradición, nos encontramos con algo peor que el desconocimiento que persiste en la sociedad española sobre este fenómeno: los prejuicios, la leyenda negra... Utilizando un símil masónico, es más difícil construir sobre escombros que sobre suelo llano, y el terreno al que volvió la masonería española tras el total aniquilamiento que supuso el franquismo era eso, una escombrera. Pronto, entre el 8 y el 10 de octubre, se celebrará en Almería el XII Simpósium Internacional de Historia de la Masonería Española, al que la diputación se ha adelantado con una muestra fotográfica que ya se puede visitar. Espero que sea una oportunidad para que se conozca la realidad de esta institución tan atacada y malinterpretada, usualmente desde una interesada mala fe. Verían lo poco que tiene que ver con Dan Brown y sus misterios cinerarios. No es sitio éste para que yo diserte sobre lo que significa y hace en realidad la masonería. Baste reivindicar su normalidad y visibilidad, que creo, personalmente, que es la única manera de acabar con las oscuridades y mentiras que se le achacan. Eventos como el de Almería ayudan a esto, además de recuperar la honda tradición masónica de Andalucía, tan olvidada. Los masones, mientras, deberíamos intentar explicarnos mejor. Es cierto que cualquiera que tenga verdadera curiosidad puede averiguar qué es la masonería sin más que recurrir a historiadores medianamente serios y confrontarlos, haciendo uso cada cual de sus luces, con la abundante y llamativa literatura antimasónica. Sin embargo, creo que nadie comprendería en la sociedad actual una institución que no es capaz de hacer entender su función y su método, escudándose en la tradición o la discreción. Explicarnos, y no porque nos obliguen las chorradas de Dan Brown, sino porque lo exige nuestra propia época. Eso, o seremos siempre para los demás una mala novela.

2 comentarios:

yinyang mason dijo...

Como masón, como hermano tuyo, estoy de acuerdo. "Creo que nadie comprendería en la sociedad actual una institución que no es capaz de hacer entender su función y su método, escudándose en la tradición o la discreción".

De todas formas, Dan Brown seguirá llenándose los bolsillos, sus editores también, y los que quieren retratarnos como 'frikis' seguirán encantados.

Por cierto, hoy tampoco sé cómo escribirte hermano.

La voz dijo...

No tenía ni idea de que usted fuese masón, parecía tan buena persona. Saludos desde http://andasulia.blogspot.com/