13 de julio de 2009

Somos Zapping 28/06/2009

Números. No hacía falta un estudio llenito de gráficos confiteros y tablas de mantisas para medir la pluralidad de la televisión pública en Andalucía. Ya era evidente esa pluralidad: hay chistes de pichas y de chochos (cumpliendo la paridad de género), de vagos, analfabetos, muertos de hambre y mariquitas; hay sevillanas, rumbitas, fandangos y andilucas; hay romerías, carnavales y ferias. Anda que no hay pluralidad y variedad, eso sí, transversalmente vulgar y concienzudamente partidista. Pero mejor dejemos la ironía. El Consejo Audiovisual de Andalucía, que cuando se reúne su mayoría socialista parece la cocina donde comen las criadas y los mayordomos de palacio, ese órgano pensado para la justificación, el guapeamiento y el disimulo de la basura y la manipulación de la televisión pública, ha sacado un cartapacio como de cursillista, un estudio relojero en el que han pretendido evaluar con el metro torcido el “pluralismo político” de los informativos de Canal Sur y las desconexiones territoriales de La 1. La conclusión, por supuesto, contra todas las evidencias de la inteligencia y el rigor, es que son pluralísimos; es más, casi rebeldes contra el poder. Tanto, que en el informe original afirmaban que en el primer trimestre del año, Chaves sólo había salido 16 segundos en los informativos regionales de TVE. Se les fue la mano, o el impudor; se equivocaron con el Excel o es que sufrían en ese momento su cíclico empacho de ostras de gañote, que ya sabemos que el estómago lleno confunde mucho a la mente. Corrigieron el dato, pasando de 16 segundos a más de siete minutos, pero eso no quita la tramposería que empapa todo el estudio. El “pluralismo” no se mide con cronómetro, que así eso sólo parece los resultados de un mundial de natación. No es el tiempo, sino la selección, la prioridad y el lugar de las noticias; su tratamiento, su tono, su sesgo y hasta sus silencios; qué frases se extractan de las declaraciones y cuál es su contexto; y, en resumen, cómo sirve todo esto mayormente de floreamiento al poder y de guantazo a la oposición. Las páginas y páginas de números temblones y variables sin relevancia, de quesitos de colores y contaduría papelera, no son nada sino la matemática del despiste. Tan útiles pueden ser los números bien cocinados que ya hemos visto a Manuel Pérez Yruela pasar de la sociología de encargo a la portavocía del Gobierno. No es fácil medir con números la labor lacaya, sumisa y aplaudidora de la televisión pública andaluza. Ni necesario. Bastan el regusto que dejan los informativos, su estética de Nodo, el coro baboso y la balconada que le ofrecen al PSOE. Todo eso que salta a la vista, tan vergonzosamente, sin manómetros ni percentiles. El hecho, la dolorosa verdad que ni todos sus números con peso cereal pueden negar, es que los medios públicos son siervos de partido y ministerio de propaganda. Como los que han pintarrajeado ese estudio.


Walker tertuliano. Walker, ranger de Texas, justicia fascistona, puñetazos vengadores. Se nota que ha llegado el verano a Canal Sur porque Bertín Osborne ya sale con sus vaquillas y porque Walker se ha ido comiendo el mediodía, poco a poco, quitándole primero un cuartito de hora a El meridiano y luego sustituyéndolo por sus espuelas y sombreros. Tal como estaba quedando El meridiano, apenas una tertulia como la de Ana Rosa Quintana, empezando con temas como Ronaldo, el caso Alcáser o los ombligos de Facebook, o con preguntas como “¿sobrevivirán los espetos de sardinas en Málaga?”, creo que ya da igual la ridiculez de Chuck Norris que lo que trataban sus tertulianos.

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