3 de noviembre de 2008

Somos Zapping 2/11/2008

Los muertos de domingo. Nunca faltan por estas fechas los que gustan de echar a pelear las castañas contra las calabazas, los santos contra Halloween, los difuntos de cera de la comodita contra los muertos vivientes americanos. Es una polémica que a mí me parece bastante cateta, y que suele alargarse hasta la definitiva batalla entre los Reyes Magos y Papá Noel, siempre con algún columnista convirtiéndola en épica batalla de la raza y la tradición. Yo ni me disfrazo de zombi ni me voy a regar a los muertos, pero debo reconocer que Halloween, por lo que tiene de exorcismo y parodia del propio miedo a la muerte, me parece más sano que hacer en estos días pastelerías de los cementerios, tender al sol los muertos, encoloniarlos, vestirlos de primera comunión y adornarles los nichos como coches de caballos. La tarde con María nos ofreció este viernes un reportaje al respecto desde Beas, y ese mujerío escamondando lápidas, colgando faroles y peinando a sus muertos; toda esa gente alrededor de la muerte como de una comida de domingo, todo aquello me pareció de un fetichismo enfermizo y algo caníbal, como ese público que disfruta asistiendo a los velatorios. Halloween es la burla de la muerte; lo nuestro es hacer con ella encaje, tertulia y mesa camilla. Casi me quedo con las calabazas.


En ocasiones veo tontos. La anunciaron como “la mesa de miedo”, y no se refería a aquélla en que Paz Padilla reunió a Olga Bertomeu con otras marujas de verborrea y sexo palanganeros. No, es una sección de Paz en la tierra en la que ella se sienta con velas encendidas y con alguien como fumigando por detrás, mientras zumbados o estafadores de esas cosas para-anormales hablan de fantasmas, espiritismos y otras chuminadas ectoplásmicas con una impostada y risible gravedad. En aquella “mesa de miedo” estaban dos autotitulados “investigadores del misterio” (José Manuel García y Jordi Fernández, con pinta de becarios de la memez) y una tipa que aseguraba (“como en El sexto sentido”, decían) tener contacto con los muertos. A los tres, y quizá también a Paz Padilla, que los escuchaba con la boca abierta, parecía que les habían abducido la inteligencia. Ya se sabe: “Contra la estupidez, los propios dioses luchan en vano”, dijo Schiller. Y si hay algo en lo que se afana Canal Sur es en la estupidización sistemática de su audiencia. Quizá han pensado que si el público se traga esas tonterías, se tragarán igualmente todo lo que dicen Chaves o Zarrías en los informativos. Es la manera en que la televisión andaluza concibe el servicio público: sorber sesos, extirpar el sentido crítico, hacer de la ficción realidad, ya sea metiendo fantasmas con quinqué o consejeros de la Junta. Estuve a punto de llamar al programa para contarles que yo también tengo inquietantes experiencias: en ocasiones veo tontos...


CAA. Si yo formara parte del Consejo Audiovisual de Andalucía, creo que sólo podría trasladarle una propuesta a la RTVA: su propia demolición, por el bien de la decencia, el buen gusto y la salud mental de Andalucía. Si este órgano no estuviera controlado por el poder político (en él hay unos que hacen de “gobierno” frente a otros que ellos ven como “oposición”), la imposible tarea de dignificar la radiotelevisión andaluza les haría renunciar. Como no es así y mandan los que mandan, este Consejo se limita a una parte sumisa, aplaudidora y comeostras, y otra que sólo puede rebelarse y protestar. El caso es que sus actuaciones siempre terminan soplando para el mismo sitio. Así, se afanan en proponer más retransmisiones de petanca femenina pero rechazan que, como sugirió recientemente una parte del Consejo, el ridículo tiovivo de propaganda que es Tecnópolis deje de tener consideración de programa de “divulgación científica” (¡de risa!). Tampoco le insisten a Canal Sur en que, como ya se aprobó en el Consejo, se elimine o se cambie de hora ese culebrón de torsos a caballo y erotismo de cuadra que es Ángel rebelde, donde han llegado a aparecer en horario infantil hasta violaciones. Mecer y ocultar la basura de la RTVA, eso es lo que hacen, aparte de comer mucho de gorra. No sólo no arreglan la radiotelevisión pública, sino que la ayudan a seguir siendo la vergüenza que es.

1 comentario:

Anónimo dijo...

EN OCASIONES LEO ESTUPIDOS, pues eso que en ocasiones leo como periodistas de tercera como Luis Miguel Fuentes con cara de estreñío critica los gustos de los andaluces y no se critica asi mismo ni trata de mejorar su linea periodista desfasada, con una clara tendencia política y desinformativa. Penosa imagen la que das en el blog criticando a unos y a otros. Critica a Chaves, al señor Gaspar sin respetar todo lo que ha hecho por nuestra comunidad autonoma, los que peinamos canas al leer este periodismo basura solo nos entran ganas de vomitar sobre los panfletos teñidos de falso periodismo que este aspirante a columnista de esquelas murtuorias vomita desde este penoso blog. Que mal debe estar El Mundo para tenerte entre sus filas, les escribiré quejándome de sus estupideces. Ya se sabe Luisito: las tonterías las dicen los tontos por eso ya no te leo más no se me contagie algo. Bueno, pues a todos los lectores saluden a este plumilla y a su ideologia dentro de ese periodismo que dicen desde su periodico que es libre. Jajaja.