26 de febrero de 2008

Somos Zapping 26/02/2008 (Especial campaña)

Goliat. Allí estaba el Goliat al que se refirió hace poco Arenas. Allí, en las 30.000 almas en coro de Dos Hermanas, con banderas de shogun, ante el Zapatero zen y el Chaves regio, el monje y el capataz, el advenedizo y el eterno. Dos Hermanas es un fetiche, como algunos árboles o puentes para los enamorados. Creen que allí se fraguó la última victoria y ahora han repetido rituales de lazos, besos y lanzas. Zapatero y Chaves hablan sobre la misma zeta roja, con algo de triclinio, pero son dos socialismos muy diferentes que la gente confunde con uno solo. Les une un pacto de no agresión, de lindes, como en los odios cazurros, pero nadie puede creer ya que el idealista ingenuo, con vestido de azafrán y campanillas en los dedos, y el amo de la burocracia y el clientelismo, que ha hecho de esta Autonomía una Ciudad Prohibida como aquella imperial de Beijing, representan lo mismo. Zapatero hablaba de ganar con “verdad y humildad” y Chaves gritaba que “no podemos consentir que se instalen en el poder unos integristas”. Unidos los socialistas hare Krishna con los otros de aquí, los amamantados, los chusqueros, los navajeros, la Familia, es verdad que dan un monstruo filisteo tremebundo. Otra cosa es todo lo que ha ayudado el PP a dar ese tipo de argumentos a los killers del PSOE, saliendo de paseo con la carcunda y con el Corpus de los puritanos y las llagas. Alguien me dice que sabe cómo vencer al monstruo, y es dividiéndolo: va a votar a Zapatero y a Arenas. Pero yo pienso que ya no es tiempo de milagros, y eso sería precisamente romper esta política de hinchadas, un milagro.


Un bono para qué. El mismo día que se proclamaba un David ante Goliat, Javier Arenas arremetía contra el bono cultural de 60 euros de Chaves, en el que ve un dinero de ida y vuelta presentado tramposamente como dádiva. Por cierto, quiero señalar que hay sutiles o malvadas diferencias en la manera en que Canal Sur ofrece su información electoral según sea el PSOE o el PP. Chaves siempre sale en un éxtasis, en un crescendo, con un titular en llamas, con una patada aérea. A Arenas, en cambio, lo suelen coger planeando una obra del pueblo que visita, hilando detallitos, disponiendo menudencias, con lo que queda como un filatélico frente a un karateca. Pero a lo que íbamos. El bono cultural de Chaves, como el mega de Internet, viene a ser de nuevo sustituir los fines con los medios o simplemente quedarse en los medios difusos sin que haya un fin. Si la cultura es el objetivo, regalar entradas para el cine no resuelve nada. Además, me estremezco pensando qué entenderá Chaves por cultura, sobre todo después de ver que todavía ayer lunes, los informativos de Canal Sur (¡sí, los informativos!) dedicaban odas y minutos a la final de Se llama copla, que fue como una disputa entre cigarreras llorosas. ¿Será un bono para ver a esta Joana Jiménez regando macetas con el corazón encogido? Viendo la cultura en la que se regocija su televisión de partido, yo le diría a Chaves que dejara esos bonos y regalara sombreros de alancha, que servirán para lo mismo.


Comedia. Escribo antes del gran debate, en el que Zapatero y Rajoy intentarán hipnotizar más que convencer. Observando los preparativos, los asesores midiendo las sillas, los brillos, los termómetros, concluyo que hemos asumido que la democracia es una comedia. Aun así, estoy deseando ver el de Chaves con Arenas. ¿Irá Chaves tuerto, como Sobles?

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